EL TEXTO ESCRITO
EL TEXTO
Un texto es un conjunto de enunciados que permite dar un mensaje coherente y ordenado, ya sea de manera escrita o a través de la palabra.
Cada texto posee una cierta finalidad
comunicativa: por medio de sus signos busca transmitir un
cierto mensaje que adquiere sentido de acuerdo a cada contexto.
La extensión del texto es muy variable,
desde unas pocas palabras hasta millones de ellas.
ESTRUCTURA DEL TEXTO
Cada texto está
formado por enunciados o párrafos. Aunque también algunos textos podrán
descomponerse en otras unidades como capítulos, escenas, cuadros.
El párrafo es una
unidad de significado, porque desarrolla una idea completa y distinta de las de
los demás párrafos. Pero además es también una unidad visual porque los
párrafos se separan entre sí mediante signos de puntuación.
Es la unidad lingüística más amplia y engloba a todas las
demás.
Para que una cadena lingüística pueda considerarse un texto es necesario que
cumpla dos requisitos:
1. Tener sentido por sí
mismo.
2. Tener carácter completo, independencia. No es necesario
integrarlo en una unidad mayor.
PROPIEDADES DEL TEXTO
1.- ADECUACIÓN
Propiedad
según la cual el texto se adapta a la situación comunicativa.
Aspectos a tener en cuenta:
a) Presentación:
- Limpieza, márgenes, sangrías, letra legible.
- Tipografía (tipo de letra, negrita, cursiva…)
b) Propósito: Intención
comunicativa.
Objetivismo, subjetivismo, informar, declarar,
preguntar…
Por ello es importante saber qué función del
lenguaje que va a
predominar en el texto (referencial, apelativa, expresiva...) La elección de
una u otra depende de cuál sea la intención comunicativa del emisor: en un
examen, el alumno debe mostrar sus conocimientos; predominará, por lo tanto, la
función referencial. Resultará inadecuado la aparición de enunciados con
función expresiva (¡qué bien me está saliendo el examen!) o apelativa (ruego
que tenga usted piedad de mí). Asimismo, el emisor debe seleccionar los
recursos lingüísticos mediante los cuales se realiza cada función (sintaxis,
léxico...).
c) Elección del canal comunicativo adecuado. Condicionado por
la propia situación comunicativa: por ejemplo, el alumno que realiza el examen
habrá de emplear la comunicación escrita
d) Variedad idiomática ( lengua culta, registro formal o coloquial, etc). Depende también de la situación comunicativa: el examen es una actividad académica; por eso la variedad idiomática ha de ser formal y no se admitirán expresiones coloquiales, palabras de la jerga juvenil y abreviaturas propias de la mensajería electrónica.
Ejemplo:
Texto A |
Texto
B |
Paciente
disneico, con franca ortopnea, tiraje costal y supracostal. Acrocianosis
moderada. Aleteo nasal. Hipotensión ortostática. Taquicardia de 130 x’-Ritmo
respiratoria de 30 x’. Auscultación respiratoria con crepitantes en base.
Percusión con matidez en zona basal derecha. Exploración cardíaca, con soplo
asistólico en punta. |
El
tío iba ciego ¿no?, que venían de una boda y se habían puesto las botas. Y el
guardia que era legal y le dice: “Venga, dese una vuelta, vaya a mear y eso,
y le vuelvo a hacer la prueba”. Joé, y va el tío a un bar que había allí y
para hacer hora se trinca una caña. Tiene narices. |
d) El ámbito de uso se refiere a las
diferentes situaciones sociales en que se usa la lengua, como por ejemplo el
ámbito de las relaciones personales, el de los medios de comunicación, el de
las relaciones con las instituciones, el ámbito literario, el académico, etc.
Estos ámbitos de uso determinan en cierta medida el registro; por ejemplo, en
los medios de comunicación es general el uso del registro estándar.
e) Variedad
del discurso (narración, descripción, exposición...). El emisor ha de
seleccionar una determinada forma de construir un texto, según la intención y
la situación comunicativa: no es adecuado construir un texto narrativo en un
examen, ni dialogado; deberá ser expositivo o, en su caso, argumentativo.
2.- COHERENCIA
Es la
propiedad que hace que el texto pueda ser percibido como una unidad
comunicativa y no como una sucesión de enunciados inconexos, ya que los
conceptos y las relaciones que exprese han de ser relevantes los unos para los
otros, permitiéndonos hacer deducciones sobre el significado subyacente. Es
decir, el texto debe tener un sentido lógico y fácilmente inteligible.
Es, por lo tanto, la propiedad que caracteriza la
estructura semántica o de contenidos del texto bien construido. De lo dicho se deduce que se trata
de una característica textual que no se da en la superficie del texto: es un
aspecto del CONTENIDO, o fondo.
Un texto coherente presenta tres tipos de elementos referidos al significado:
a) Unidad temática:
posee un núcleo informativo fundamental, al que llamamos asunto.
b) Un adecuado nivel
de información que exige ideas completas, bien desarrolladas, claras y
comprensibles, expuestas con una terminología específica de forma progresiva y
ordenada.
c) Una perfecta estructuración de la información, progresión temática y
ordenación lógica.
La no coherencia
supone:
- Ausencia de un
tema unitario
- Selección inadecuada de información (información insuficiente o exceso
de información- reiteraciones, digresiones que alejan del tema...)
- Organización ilógica de las ideas (inadecuada ordenación y
jerarquización de las ideas principales y secundarias)
- Progresión temática defectuosa (la información de los enunciados tiene
que estar relacionada, pero de modo que se vaya avanzando en la información)
- Enunciados contradictorios
- Enunciados inaceptables según el conocimiento que tenemos del mundo.
3.- COHESIÓN
Es la
ligazón o conexión que, mediante recursos lingüísticos, se establece entre las
partes de un texto, de manera que sean entendidas por el receptor como
integrantes de una totalidad y no como independientes y desconectadas entre sí. Nos presenta al texto como una
unidad que discurre ágil y fluida. Se relaciona con la FORMA, con la
manera en que está construido y, en particular, con los procedimientos usados
para manifestar en la superficie (es decir, en el texto) las relaciones entre
las diversas informaciones. Es el conjunto de “marcas” lingüísticas que
reflejan las relaciones internas procedentes de la coherencia.
Por tanto, es una propiedad básicamente SINTÁCTICA
que trata de cómo se relacionan las distintas partes y enunciados (frases,
oraciones y párrafos) entre sí, o entre este y la situación lingüística,
haciendo perceptible la coherencia del texto.
a) La recurrencia:
Consiste en la reiteración de un elemento del texto en partes sucesivas. Puede conseguirse mediante diversos medios:
b) La sustitución
Para evitar la repetición excesiva de un mismo término se emplean distintos recursos (sinónimos o hiperónimos es uno de ellos).
d) Uso de conectores o marcadores discursivos:
Son elementos lingüísticos que ayudan a ordenar y estructurar el texto. Establecen relaciones formales y de significado entre enunciados o secuencias de enunciados.
Sapo es feo
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